La Semana de Mayo es un período histórico que se refiere a los días previos a la Revolución de Mayo de 1810 en Argentina. Comienza 7 días antes del 25 de mayo, día en el que se recuerda la Revolución que liberó a las provincias del Río de la Plata de la autoridad virreinal y de la corona española.
Semana de Mayo (1)
Viernes 18
El 14 de mayo de 1810 había llegado a Buenos Aires la fragata inglesa Mistletoe trayendo periódicos que confirmaban los rumores que circulaban intensamente por Buenos Aires: cayó en manos de los franceses de Napoleón, la Junta Central de Sevilla, último bastión del poder español.
(...)
La misma noche del 18, los jóvenes revolucionarios se reunieron en la casa de Rodríguez Peña y decidieron exigirle al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto para tratar la situación en que quedaba el virreinato después de los hechos de España. El grupo encarga a Juan José Castelli y a Martín Rodríguez que se entrevisten con Cisneros.
Sábado 19
Las reuniones continuaron hasta la madrugada del sábado 19 y sin dormir, por la mañana, Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano le pidieron al Alcalde Lezica la convocatoria a un Cabildo Abierto. Por su parte, Juan José Castelli hizo lo propio ante el síndico Leiva.
Domingo 20
El domingo 20 el virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su apoyo ante una posible rebelión, pero todos se rehusaron a brindárselo. Por la noche, Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto. El virrey dijo que era una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso pero Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir. Cisneros le contestó «Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que quieran» y convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo. En el «Café de los Catalanes y en «La Fonda de las Naciones», los criollos discutían sobre las mejores estrategias para pasar a la acción.
Lunes 21
A las nueve de la mañana se reunió el Cabildo como todos los días para tratar los temas de la ciudad. Pero a los pocos minutos los cabildantes tuvieron que interrumpir sus labores. La Plaza de la Victoria estaba ocupada por unos 600 hombres armados de pistolas y puñales que llevaban en sus sombreros el retrato de Fernando VII y en sus solapas una cinta blanca, símbolo de la unidad criollo-española desde la defensa de Buenos Aires. Este grupo de revolucionarios, encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se agrupaban bajo el nombre de la «Legión Infernal» y pedía a los gritos que se concrete la convocatoria al Cabildo Abierto. Los cabildantes acceden al pedido de la multitud. El síndico Leiva sale al balcón y anuncia formalmente el ansiado Cabildo Abierto para el día siguiente. Pero los «infernales» no se calman, piden a gritos que el virrey sea suspendido. Debe intervenir el Jefe del regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra quien logra calmarlos garantizándoles el apoyo militar a sus reclamos.
Martes 22
Ya desde temprano fueron llegando los «cabildantes». De los 450 invitados sólo concurrieron 251. También estaba presente una «barra» entusiasta. En la plaza, French, Beruti y los infernales esperan las novedades.
(...)
Casi todos aprobaban la destitución del virrey pero no se ponían de acuerdo en quien debía asumir el poder y por qué medios. Castelli propuso que fuera el pueblo a través del voto quien eligiese una junta de gobierno; mientras que el jefe de los Patricios, Cornelio Saavedra, era partidario de que el nuevo gobierno fuera organizado directamente por el Cabildo. El problema radicaba en que los miembros del Cabildo, muchos de ellos españoles, seguían apoyando al virrey.
Miércoles 23
Por la mañana se reunió el Cabildo para contar los votos emitidos el día anterior y elaboró un documento: «hecha la regulación con el más prolijo examen resulta de ella que el Excmo. Señor Virrey debe cesar en el mando y recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo (…) hasta la erección de una Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que estime conveniente”.
Jueves 24
Se confirmaron las versiones: el Cabildo designó efectivamente una junta de gobierno presidida por el virrey e integrada por cuatro vocales: los españoles Juan Nepomuceno Solá y José de los Santos Inchaurregui y los criollos Juan José Castelli y Cornelio Saavedra, burlando absolutamente la voluntad popular. Esto provocó la reacción de las milicias y el pueblo. Castelli y Saavedra renunciaron a integrar esta junta Muchos como el coronel Manuel Belgrano fueron perdiendo la paciencia.
(...)
Por la noche una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la casa de Cisneros con cara de pocos amigos y logró su renuncia. La Junta quedó disuelta y se convocó nuevamente al Cabildo para la mañana siguiente.
Viernes 25
Todo parece indicar que el 25 de mayo de 1810 amaneció lluvioso y frío. Pero la «sensación térmica» de la gente era otra . Grupos de vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas.
Pasaban las horas, hacía frío, llovía y continuaban las discusiones.
(...)
Se anunció finalmente que se había formado una nueva junta de gobierno .El presidente era Cornelio Saavedra; los doctores Mariano Moreno y Juan José Paso, eran sus secretarios; fueron designados seis vocales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli, el militar Miguel de Azcuénaga, el sacerdote Manuel Alberti y los comerciantes Juan Larrea y Domingo Matheu. Comenzaba una nueva etapa de nuestra historia.
(1) Fuente: https://www.elhistoriador.com.ar/la-semana-de-mayo-de-1810/